Al menos 125 personas murieron, entre ellas 17 niños, y otras 300 resultaron heridas a raíz de los disturbios registrados en el estadio de Kanjuruhan, en la región javanesa de Malang, Indonesia, tras un partido de fútbol entre el Arema FC y el Persebaya Surabaya, cuando las fuerzas de seguridad respondieron a una invasión de campo con el uso de gases lacrimógenos que ocasionaron una enorme estampida humana.
«El balance es por el momento de 125 muertos. 124 cuerpos fueron identificados, falta por identificar uno. Algunos nombres fueron registrados dos veces», indicó en declaraciones a la televisión el vicegobernador de la provincia, Emil Dardak.
Anteriormente se había informado que las víctimas eran 174, pero según se informó la cifra es de 125 muertos, según informó un responsable de la provincia de Java Oriental, que indicó que por error varias víctimas se contabilizaron dos veces.
Además, el número de heridos ya ronda los 300, según el portavoz de Protección Civil de la provincia, Budi Santoso, en declaraciones recogidas por la agencia DPA
La mayoría de los niños fallecidos tenían entre 12 y 17 años, según el portavoz del Ministerio de Empoderamiento de la Mujer y Protección Infantil, Nahar.