La primera es remunerar, es decir, poner en funcionamiento a disposición de Cammesa –la compañía administradora del sistema–, la energía generada por máquinas viejas que en condiciones normales no operarían por resultar antieconómicas. La medida se dirige principalmente a las centrales de Edenor y Edesur.
La segunda acción en carpeta pasa por el despliegue de generadores en zonas o sectores que puedan tener problemas con la provisión energética, un movimiento que en realidad no es nuevo para Epec. Por lo general estos equipos son desplazados a zonas turísticas, como el Valle de Punilla durante enero. Si los usa, la Nación podría reconocerle el costo variable de esa operación.
Fuente: La Voz del Interior